Estuvo
varios días con la duda pero al final decidió escribirle a las espaldas de su
amiga, al fin y al cabo es guapo, pensó y le dejó esta nota en su taquilla.
Lunes, 20 de diciembre
Hola Martín,
No creo que
sintamos lo mismo, bueno no nos conocemos, como tú dices en la carta que me
escribiste, no crees que sería fantástico poder hacerlo, quiero decir, si te
interesa quedar ven esta tarde a las 17:00 a la cafetería y hablamos, gracias
por ser tan sincero.
Con mucho cariño
Al ver esto
Martín se quedó muy extrañado, pero decidió acudir al encuentro, tenía una cita
con la chica que le gustaba, o eso creía, como iba a desaprovechar una
oportunidad así.
Ya eran las cuatro y los dos estaban muy
nerviosos, Sofía no sabía si acudir algo le decía que si iba sería una mala
amiga, pero dejar plantado al chico…Estaba metida en un gran lio no sabía lo
que hacer.
Martín llevaba un buen rato esperando eran las
cinco y diez y estaba muy nervioso, por un momento pensó que ella nunca
llegaría. Sofía estaba en el baño, justo al lado de la cafetería desde la
ventana podía ver a Martín pero le entraron dudas no sabía si debía ir, y si
Naroa lo sabía y si les pillaba... Se preguntaba. Martín se iba a ir tenía que
salir ya.
-Martín espera. Gritó. Leí tu carta es preciosa pero…
-¿Qué carta? Dijo interrumpiéndola
-¿No te acuerdas? El martes me dejaste una carta en la taquilla, no me gustas, pero…
-¿A qué viene eso? Tú tampoco me gustas.
-¡Sofía! ¿Qué haces? Interrumpió Naroa
-Naro, esto no es lo que parece, te lo puedo explicar.
-No quiero explicaciones, puedo ver lo que está pasando. Pensé que éramos amigas. Dijo enfadada.
-¿Y acaso no lo somos?
-No sé, tú me dirás, las amigas no se hacen esto, te digo que me gusta un chico y a la semana estas quedando con el sin decirme nada. Y tú, dijo dirigiéndose a Martín, ¿no entendiste nada de mi carta? Está claro que aquí sobro, dijo con lágrimas en los ojos y salió corriendo.
-¡Naroa espera! Añadió Martín y corrió tras ella.
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