jueves, 11 de mayo de 2017

Una huella irreparable


Escribo frente a una sociedad egocéntrica y egoísta que si, piensa en mejorar y avanzar creando una gran calidad de vida, yo no creo que esta calidad sea tan buena para tener el valor que tiene, pues un avance para una persona puede ser un un gran retroceso para el resto del mundo y no hablo sólo de las personas son avances que afectan al más indefenso ser vivo al que le dejaron sin casa ni alimento gracias a la deforestación, o simplemente a ese inocente niño con asma provocados por el alto nivel de contaminación qué hay en la ciudad en la que vive, un nivel que no cesa de subir por suerte ahora la gente está más concienciada con este tema aunque aún queda mucha qué sigue sin entender el problema lo cual no se pueden enfrentar a él. Pero siempre hay mucha más gente que se preocupa por esto que intenta que todo el mundo pueda conocer las consecuencias de este supuesto avance.

 

  Ahora mismo vivimos en una sociedad avanzada sí pero de qué nos sirve este avance viviendo en un mundo en que vivimos en un planeta contaminado, agotado destruido y sin recursos naturales suficientes todo esto gracias a nosotros a las personas a la humanidad y el supuesto avance de la sociedad avanza a pasos de gigante dejando huellas irreparables para el planeta.

 

  No sería mejor vivir en una sociedad quizá menos avanzada, pero en un mundo bien cuidado con los recursos necesarios sin contaminación o con mucha menos, porque quizá la contaminación en una gran ciudad, como es el caso de nuestra capital, Madrid, sea inevitable pero tanta... algo se podrá hacer, ahora se está haciendo porque no se hizo antes porque no importaba ahora la gente está más concienciada como decía antes y así deberíamos haber estado siempre.

El Miedo en la Soledad


Durante estes últimos meses hemos tenido que leer una serie de libros con una supuesta relación con el miedo, esa angustia, como lo define la Real Academia de la Lengua Española, que se sufre ante una situación de peligro, ante un riesgo, real o causado por nuestra imaginación. Esta definición, totalmente correcta, no creo que sea lo primero que se nos pasa por la cabeza al tratar con  esta palabra, por lo menos en mi caso no es así. Cuando me hablan de miedo lo primero que pienso es el porqué de ese miedo, pero siempre acabo pensando en el primer ejemplo que se me viene a la cabeza de este, un pequeño niño asustado por el monstro que está debajo de su cama o dentro de su armario. Ese temor que creó el niño solo, que imaginó, en eso es en lo que pienso cuando hablamos de miedo, de nuestra imaginación, esto debería ser la única cosa que nos atemorice, todo está dentro de nosotros y que haremos para dejar de temer en eso, o huimos o nos enfrentamos a él, enfrentarse a nosotros mismos es difícil por eso el mejor camino para atemorizar a nuestra imaginación es imaginarnos cosas o por qué no, leyendo otros miedos, leyendo un libro de miedo.

Yo comencé a leer Dos velas para el diablo sin estar muy segura de si realmente esta era la historia que estaba buscando, el título me daba ganas de cogerlo y no soltarlo hasta tenerlo más que leído, pero la sinopsis no me acababa de convencer. Así que antes de comenzar a leerlo leí unas cuantas opiniones en internet, todas positivas, pero yo no estoy de acuerdo con estas opiniones, a ver cada uno tiene sus gustos, lo sé, pero a mi esta historia no me ha gustado en absoluto. Cuando comencé a leerlo ya me pareció bastante aburrido y algo lioso, pero no quería dejarlo a medias además con las opiniones que leí debía ser un libro fantástico y pensé en darle la oportunidad. Por un lado quería dejar de leer el libro pero por otro necesitaba saber el final, tenía que acabarlo. A lo que iba, para mi este libro no tiene esa relación con el miedo que buscaba en él y como le veo al libro Los ojos del lobo de Care Santos, que comencé a leer hace unos días y ya no me puedo despegar del pues desde la primera página tuve la intriga del que pasará y tenía muy presente el temor que sentía su protagonista. En cambio a Caterina, la protagonista del libro de Laura Gallego la encuentro más fría y distante, quizá esta sea la reacción que tiene esta al miedo. Dos velas para el diablo es un libro demasiado complejo, es una historia que va muy rápido pero a la vez se hace muy lenta y aburrida, por el gran contenido y toda la información que da en una sola página, de la que quizá te olvides al cerrar el libro.

También debo admitir que yo no soy muy fan de las historias poco reales, de ángeles, demonios y demás seres imaginarios e inexistentes, la verdad es que estas historias si me gustan las adoro o si no las odio. Y este libro pues no me ha gustado porque me pareció la típica lucha entre el bien y el mal, la misma historia de siempre en la que los ángeles son los buenos y los demonios sus enemigos.

En conclusión, la manifestación del miedo que encuentro en el libro de Laura Gallego es la frialdad y la manera en la que Cat ve el mundo, pues según mi opinión al acabar de leer el libro esta visión que la protagonista tenia del mundo y su personalidad cambian totalmente con la muerte de su padre al sentir el miedo de encontrarse sola en un mundo de conflicto en el que se quiere adentrar para honrar la muerte de su padre. Como ya he dicho este libro no ha cumplido las expectativas que tenía antes de empezar a leerlo, pero igualmente el final no ha estado nada mal y la verdad se podría decir que me ha gustado, pues era un final que viendo como llevaba el libro no creí que me fuera a gustar pero no estuvo nada mal.