Todo
empezó cuando te vi por primera vez, la verdad no sé expresar muy bien lo
que sentí, pero fue como si ya te hubiera visto alguna vez aunque sabía muy
bien que eso no había pasado. Creo que me suenas de mis sueños en los
cuales me miras con tus preciosos ojos brillando bajo la luna que nos custodia como
si ese momento fuese real, sé que suena raro pero sentí que eres ese nosotros
que nunca existiría en realidad, sentí que eras el amor de mi vida o por lo
menos de mis sueños. Poco a poco empecé a conocer cosas sobre ti, descubrí
tu nombre, tu cumpleaños, tus redes sociales, incluso en donde vives.
Poco después me decidí a hablarte por Messenger, pero tú actuaste con
indiferencia hacia mis cumplidos diciendo que no me conocías. Yo me tengo que
conformar con esa pequeña conversación que tuvimos pues la verdad nunca me
atreví a volver a abrir ese chat y escribirte, nunca me atreví a confesar ese
sentimiento que no sé muy bien cómo se llama, obsesión o amor, si te soy
sincera te diré que no los diferencio bien.
Tú
me gustas y me dedico a mirarte por los pasillos y sonreír mientras le doy un
codazo a la amiga más cercana, no sé si algún día te fijaste en mí, pero no
creo que lo hicieras y si lo hiciste quizás pensaste que soy una simple
loca con una obsesión amorosa que te conoce sin conocerte y te ama sin amarte,
pensarás que simplemente es un sentimiento de dos días que me fije en ti
por tu físico y que mañana querré a otro, que me olvidaré de ti y
quedarás en un simple recuerdo, pero no seas ingenuo, créeme lo que siento es
real y lo sé porque mi corazón se acelera cada vez que te veo. Por no hablarte
de mis sueños, de los que no me gusta despertar pues en ellos siento tus manos
acariciarme y abrazarme, siento tus labios besándome sin cesar y los dos somos
felices en esa realidad imaginaria. Al despertarme vuelvo a la realidad y
siento como si todo lo que había pasado se desvaneciera en un segundo sin que
nadie se diese cuenta, pero cuando te veo por los pasillos vuelvo al sueño y
siento cómo te acercas a mí poco a poco para besarme o eso es lo que siento,
pero tú sigues el camino hacia tu aula mientras mi corazón se va rompiendo en
pedazos. Vivimos en el mismo momento pero en realidades totalmente distintas,
tú no me conoces, pero yo te besé. Sé muy bien que el mundo real está muy lejos del mío que solo es una
simple ficción que me gustaría vivir. Yo tan solo espero ese día que nunca
llega en que los sueños se cumplen y tú y yo seamos ese nosotros que jamás existirá.
Sé que un día me cansaré de esperar esa realidad imaginaria en la que vivo
todos los días sé que algún día me acabaré cansando y esta obsesión que tengo
hacia ti se me olvidará, no sé cuándo será ese día en que los pájaros dejarán
de cantar y cuando te quieras dar cuenta tu nombre dejará de sonar en mí cabeza,
no volverás a ver un Martín escrito en las paredes y yo no volveré a verte como
ahora lo hago, pero hasta entonces yo te tendré dentro de mi corazón. Recuerda,
te amo Martín.