Le gustaba reflexionar sobre la vida. ¿Para qué estamos aquí?, ¿para qué nacimos si vamos a morir?, se cuestionaba constantemente. Algún día pensó que habían nacido para conocerse, para estar juntos, para amarse, pero se dio cuenta que no era así que el amor verdadero no existe que el destino es una ilusión que decidimos sin darnos cuenta y nadie lo va a cambiar por nosotros. Ella decidió crear su destino dejarle para siempre, él le había hecho daño y quizá ahora se arrepienta de lo que hizo, pero por qué le iba a creer si le había mentido, por qué le iba a perdonar si le había herido, por qué le iba a dar otra oportunidad si no las supo aprovechar...
Empezó diciéndole te quiero y acabó gritándole
–eres una zorra-, Aldara ignoraba sus palabras como si no dijese nada, como si
las palabras no se clavaran como espinas en el fondo de su corazón. Parecía que
Raúl solamente quería hacerle daño, pero después siempre le pedía perdón y ella
aceptaba sumisa sus disculpas porque le quería y nunca pensó que llegaría a
convertirte en lo que ahora es, nunca pensó que llegaría a tocarla sin ser para
darle caricias.
-Siento aquel dolor ahora lejos pues desde que lo
dejé salir de mi mente soy otra persona, vivo más feliz, pero le sigo temiendo
al amor. Cada vez que un hombre se acerca salgo corriendo no puedo evitar recordar a mi padre. El me hacía
desnudarme cuando era pequeña, yo no comprendía lo que estaba haciendo, pero él
también estaba desnudo, me empezaba a tocar y sentía un fuerte dolor que me causaba
yo no quería ese futuro para nuestros hijos y cuando conocí a Raúl él no se
comportaba así, era detallista y no era capaz de hacerle daño a una mosca, pero
cambió empezó a tratarme como mi padre nos trataba. Él le pegaba a mi madre
hasta hacerla llorar y luego venía a junto nosotras éramos demasiado pequeñas
pero teníamos el dolor demasiado cerca, un dolor que se queda de por vida y jamás
olvidaremos- Le decía Aldara a la policía que la interrogaba.
- ¿Y qué fue de su padre? ¿Lo quiere denunciar también?
- No mi padre está en la cárcel, mi madre lo
denunció y tiene 5 años, debería estar de por vida.
- Entonces quiere denunciar a su marido. Dígame su
nombre y el de él.
- Mi nombre es Aldara Otero Martín y mi expareja se
llama Raúl López Sánchez.
- Perfecto, en unos días le comunicaremos la fecha
del juicio.
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